Viernes de bares

Una vez a la semana os presentaré algún lugar para ir de tapas, cervezas o comer por los distintos lugares por los que ande. Lo bueno de esto es que también me propongáis bares, tascas, tabernas, etc, que creáis interesantes para poder hacer saber al resto de lectores de esos rincones que merecen la pena por todo nuestro país y que deben ser lugares de culto a la hora de visitar una determinada ciudad.
A día de hoy, me encuentro en Palma del Río (Córdoba) y creo que, un lugar para cervecitas en el que se debe parar es:

El Rinconcito

Situado en la Plaza de Abastos del pueblo (Palma del Río), tiene un aspecto algo desaliñado presentando la esencia de un bar de mucha solera y de gran experiencia en el sector. Su apertura data de 1960, por lo que se trata de un bar que tiene fama en el pueblo y, un buen detalle, siempre se encuentra con gente en sus mesas con ganas de degustar las tapas de las que dispone.
Tienen dos promociones conocidas en los alrededores, como son los «lunes locos» en los que te ponen un montadito a un euro y los jueves en los que te ofrecen la caña de cerveza al mismo precio anterior.
El trato del personal de barra es muy cercano y amable, se trata de una familia muy conocida en el pueblo, con alma joven y con gran capacidad de atracción de clientes.

Como es obvio, las cañitas se obsequian con un platito de aceitunas o algún minibocadillo calentito que le da su «puntito». El precio habitual de la caña de cerveza es 1,10 € y el de los refrescos 1,30 €.
En cuanto a la carta, quizás no tengan una carta notablemente extensa pero si disponen de calidad en los platos que presentan, ya que se aseguran de servir comida que le han dado una fama inmejorable durante todo el tiempo que llevan trabajando. 
Dentro de ella se puede distinguir la ensaladilla rusa (hecha de forma muy personal y distinta, ya que utiliza la patata machacada en vez de entera, cosa que a la vez que le da esa peculiaridad de lugar, le proporciona mayor suavidad al plato), berenjenas fritas con salmorejo, croquetas caseras, cazón en adobo, salmorejo y lagrimitas de pollo, etc. Aunque si se puede diferenciar por algo este bar entre los palmeños es por la elaboración de tres platos que tienen un «sabor especial».
En primer lugar, el pollo frito tiene un punto muy personal. Lo sé, es un plato que no tiene gran complicación en su elaboración, pero le dan un sabor exquisito en cuanto a punto de fritura y de sal, por lo que es uno de los platos recomendables en este lugar.
La segunda de los tres buques insignias dentro de las tapas y comidas de este bar es el rollito de roquefort. Su elaboración, siendo algo más compleja que la anterior, consiste únicamente en un rollito de jamon cocido con queso normal y queso roquefort en su interior con su correspondiente empanado de huevo y pan rayado. Tiene un sabor intenso a queso roquefort sin ser pesado, aunque también se puede rebajar ese sabor con mahonesa, que hace un conjunto considerablemente bueno. ¡Espectacular!.
Por último, el plato estrella de El Rinconcito es sin duda, el huevo a la bechamel. Consiste en un un huevo duro rodeado por una rica bechamel, no hay más, no tiene más secreto ni más complicación pero, nadie en el pueblo sabe ni sabrá darle el punto que han conseguido darle ellos con los años.

Yo soy de la opinión que es un arte el hacer platos diferentes con cosas muy simples y la diferencia estriba en diversificarte con cosas que siendo simples, los demás no pueden o saben hacer y la cocinera de «El Rincón» lo consigue al cien por cien.
Por los motivos que antes he expuesto, debe ser nombrado lugar de culto a la hora de visitar Palma del Río, por su trato, por su precio y por su encanto único.
Las cosas más simples son las que muchas veces valen más la pena y, en este lugar os quedará claro que no es preciso un plato tremendamente elaborado para que disfrutéis de vuestro sentido del gusto y como no, de una cervecita bien fría.

Que lo disfrutéis. Yo en breve intentaré llegarme.

Jesús Manrique.