La importancia de la patata en la dieta mediterranea, la gran aportación americana al respecto y las muchas aplicaciones que puede tener la patata, hacen de ésta el tubérculo de mayor importancia en nuestra cocina, de todos los que existen.

El plato que vamos a hacer hoy, además de fácil, como viene siendo la tónica habitual, es una gran salida como guarnición de carnes o incluso pescado, como puede ser merluza o bacalao a la plancha.

Sin dilatarnos más en los preámbulos, vamos a enumerar los ingredientes necesarios (2 personas).

Ingredientes:

– 2 Patatas medianas.
– 1/2 cebolla.
– 2 pimientos verdes de tamaño mediano.
– 1 diente de ajo.
– Sal.
– 100 ml de vinagre de vino.
– 100 ml de agua.

Preparación:

Se trocea la cebolla y el pimiento en juliana. Se parte el ajo en pedacitos muy pequeños, intentando llegar al picado.
Se calienta aceite en la sartén y se echa el ajo en primer lugar. Se rehoga y posteriormente se echa la cebolla y el pimiento.
Mientras se pocha la verdura, se pelan las patatas y se cortan en rodajas finas (se mantienen en agua mientras se termina la verdura).
Se frien por separado las patatas, hasta llegar a un punto poco hecho. Se introducen en la sartén de la verdura pochada y se remueven a fuego medio.
Posteriormente (una vez que la patata se vea ya casi a punto de sacar) se le echa el vinagre y el agua de forma conjunta y se deja reducir. No pasarse en esta reducción ya que es bueno que se quede un último sabor ácido del vinagre.

 De algo que puede ser acompañamiento o guarnición, hemos sacado un primer plato exquisito, rápido y sencillo.
No tiene más de lo que se ha explicado pero es llamativo y lo puede hacer todo el mundo con los mínimos ingredientes.

Presentación:

El gusto está en lo desigual, por lo que siempre que tenga volumen, el plato quedará muy bien presentado. Yo lo acompañé de tomates cherri y de una guindilla en vinagre para darle vistosidad y color, pero se puede acompañar con mil cosas que tengáis en casa que le aporte contreste de colores y gane en presencia.

Visto esto, ¡que viva la fécula!