Hoy jueves, vamos a hacer un plato riquísimo que es algo más que fácil, es increiblemente simple y que puede utilizarse tanto como primer plato o como guarnición de carne, que le dará un toque muy muy bueno y rico.
En primer lugar, para hacer los champiñones confitados, vamos a aprender que es confitar.
Confitar es una técnica en la cocina que consiste en introducir el alimento en un tipo de grasa (aceite, mantequilla, manteca de cerdo, etc) y cocinarlo a baja temperatura (normalmente entre 60º y 90º) hasta que esté hecho.
Normalmente, para el confitado se utilizan hierbas aromáticas pero nosotros no vamos a utilizar demasiado porque queremos sacarle el máximo partido al sabor del champiñón.
Vamos a ver los ingredientes que necesitamos para llevarlo a cabo.
Ingredientes (2 personas):
- 300 g de champiñones.
- Pimienta molida.
- Sal.
- Jugo de 1/2 limón.
- Perejil picado.
Elaboración:
Hacer este plato o guarnición es realmente fácil. Tan fácil como echar en un cazo aceite de manera generosa y ponerlo al fuego medio hasta que coja temperatura. Echamos en el aceite la sal, la pimienta y el jugo de limón.
Metemos los champiñones y dejamos hacer unos 25 minutos manteniendo el fuego en este nivel.
Como hemos mencionado antes, a este confitado, se le puede echar múltiples ingredientes, como pueden ser, un toque de azucar, tomillo, incluso albahaca o incluso cominos en grano, pero estimo que el champiñón por sí mismo no necesita de muchos ingredientes para darle más sabor.
Justo antes de retirar el champiñón del cazo, echamos perejil picado para darle un toque sutil de éste.
Presentación:
Si se utiliza este plato como guarnición de carne, queda muy buen tanto a un lado de la carne, como sobre ella, o incluso como base, pero nosotros lo hemos hecho como plato de inicio, por lo que lo hemos servido sobre un plato blanco y le hemos puesto únicamente una ramita de perejil paradecorar.
Os animo a que lo probéis, porque más sencillo que este plato no los hay y os puedo asegurar que está riquísimo.