Hoy, día del padre, vamos a aprender como ayudar a la madre cuando se encuentra en estado indicando y recordando ciertos consejos nutricionales y alimentarios que son a tener en cuenta. Hoy en día el control a las que se encuentran las embarazadas es encomiable, pero aún así, siempre es bueno que se adopten ciertos hábitos alimeticios que pueden ayudar en el estado en el que se encuentra.
Por ello, he andado hoy por las redes y he encontrado la página http://www.zonadiet.com en la que explican de forma nítida unos consejos muy llamativos.
Os expongo sus explicaciones:
«El embarazo, es el período comprendido entre la fecundación del óvulo hasta el momento del parto, cuya duración es de aproximadamente 9 meses.
Desde ese momento comienza una nueva vida, y los cambios en el organismo materno son muy importantes.
Tanto la ovulación y la menstruación quedan inhibidas. El útero, al albergar el feto, también aumenta progresivamente su tamaño, siendo de 50 gr., en estado normal, llegando a pesar un kilo en los últimos meses de gestación.
Las mamas aumentan su tamaño, aparecen vómitos, y náuseas, aumenta la necesidad de orinar como así también las ganas de dormir.
El cambio fundamental, es la formación de nuevos tejidos tanto de la mujer, de la placenta y del feto. Además dado el aumento de peso que se experimenta, se debe también incrementar el aporte calórico, para así mantener todas las funciones vitales.
Para ello se debe seguir una dieta o alimentación equilibrada, variada y correcta.
La función de los alimentos, será garantizar tanto la salud del bebe como de la madre. Por lo tanto, la alimentación durante estos 9 meses, no debe estar sujeta a modas o tópicos casi siempre equívocos que pueden llevar a peligros considerables para ambos.
Consejos a tener en cuenta:
- Siempre es preferible elegir alimentos frescos, evitando así enlatados, precocinados, congelados o listos para consumir.
- Con respecto a las formas de cocción, las más adecuadas son a la plancha, al vapor, hervidos o al horno.
- No tomar alimentos fritos, saltados, rehogados y rebozados a diario, solo consumirlos muy ocasionalmente.
- Evitar las carnes muy grasosas, los embutidos y chacinados.
- Tanto el aceite como las especias, deben ser utilizados de forma moderada.
- La sal debe reducirse, para evitar una posible retención de líquidos, en especial durante el último trimestre.
- Evitar alimentos en salsas, salazones, ahumados y excesivamente picantes.
- No conviene abusar de la repostería ni de la bollería o amasados de pastelería ya que aportan grasas saturadas y un exceso calórico.
- Beber abundante agua. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua por día. La razón principal es mantener el organismo hidratado ya que la deshidratación en la embarazada puede traer serias consecuencias. Durante el embarazo el aumento de hormonas provoca que el organismo retenga líquidos. Por ello beber abundante agua ayuda a combatir este problema convirtiéndose en el mejor diurético natural. Además previene la constipación, reduce las náuseas, elimina el sodio en exceso, mejora la piel y previene infecciones urinarias entre otros beneficios.
- Abstenerse totalmente del consumo de cualquier bebida alcohólica, ya que el alcohol es una de las causas de anomalías fetales. Nunca debe olvidarse que al feto llegan todas las sustancias ingeridas por la madre.
- No excederse en la ingesta de mariscos ya que podrían ocasionar alguna reacción alérgica.
- Es recomendable incluir una ración de hígado de ternera a la semana debido su gran aporte vitamínico.
- Las frutas y verduras deben incorporarse a diario.
- Evitar en lo posible bebidas gaseosas y azucaradas ya que su aporte calórico es alto y su valor nutritivo es nulo.
- NO rotundo al tabaco. El fumar perjudica totalmente al bebe debido a la toxicidad del monóxido de carbono. Además provoca una disminución en el oxígeno que le llega al feto dado por la constricción de los vasos sanguíneos a causa de la nicotina. El resultado de una mamá fumadora, es un bebé con bajo peso al momento del nacimiento además de otras serias consecuencias.
- El aporte de fibra es fundamental para evitar problemas de estreñimiento. Realizar ejercicio moderado, también estimula la motilidad del intestino y favorece la evacuación diaria.
- No tomar fármacos ni medicamentos excepto bajo prescripción médica.
Para poder corroborar que una mujer en gestación se alimenta adecuadamente, siempre se debe controlar el aumento de peso en cada control médico.
El aporte calórico adicional para una mujer embarazada corresponde a 300 Kcal. de más, con respecto a una mujer que no se encuentra en estado de gestación.
El aumento de peso considerado como normal se sitúa en 9,5 y 11,5 kg.
No es aconsejable aumentar excesivamente de peso, ya que tiene riesgos importantes durante el momento del parto y puede también provocar aumentos de glucemia y presión arterial en la madre.
El aumento de peso comienza a notarse a partir del segundo trimestre, donde lo normal es aumentar unos 400 gr. por semana.»