¿Qué mejor lugar que la Costa del sol para disfrutar del pescadito frito?, pues opr este único motivo vamos a visitar un local que aunque puede resultar a primera vista algo lúgubre y oscuro, es un rincón espectacular para poder probar todo tipo de pescado que hacen sus más que experimentados cocineros.
Ubicado en la esquina de la calle San Miguel con la calle Casablanca, como hemos mencionado antes es un restaurante que puede pasar desapercibido, pero para mi estos son los que más te hacen disfrutar delante de un plato.
En cuanto a la atención, son amables conversan y te tratan como si hubieses estado allí toda la vida. El propietario, muy amenudo se encuentra en la barra para recibir, atender y velar por la comodidad del cliente.
Su estilo meramente andaluz hacen de este bar un rincón único donde puedes saborear platos como ensaladas varias, coquinas, almejas, calamares, vitorianos, boquerones al limón, calamares plancha, pulpo y un largo etcétera que hacen de su carta un auténtico fuffet de joyas del mar Mediterráneo.
En cuanto al precio, os puedo decir que, teniendo en cuenta en la zona costera en la que nos ubicamos, el género que nos ofrecen y el servicio que presentan, no es excesivamente caro, por lo que se puede acudir para pasar una cena llena de sabores.
Por todo ello, os tengo que decir una vez más que, la Bodega Guerola en Torremolinos debe estar en nuestra lista de «vámonos de tapas» porque merece la pena conjugar la calidad en un lugar único y que cada tierra es característica por sus platos y aquí podéis conocer los que destacan en la costa malagueña.
Fotografías obtenidas de http://www.minube.com