Empezamos la «post-Semana Santa» con la misma apariencia que nos dejó esta, nubes en el cielo y charquitos en el suelo, como diría mi madre, pero vamos a alegrarnos un poco la vista con algo muy fácil que no costará ningún trabajo para disfrutar del tiempo que pasemos entre las paredes de nuestra casa. Vamos a hacer una ensalada algo diferente a las habituales con rúcula y gambas.

Ingredientes (Cantidades a elegir según el volumen a realizar y al gusto):

• Gambas frescas.
• Rúcula.
• 1 zanahoria.
• 1/2 pimiento rojo.
• 1/2 pimiento verde.
• 1/2 cebolla.

Para la salsa rosa:

• Mahonesa.
• Ketchup.
• Un chorreón corto de whisky (normalmente se utiliza brandy).
• Zumo de 1/2 limón.
• Perejil picado.

Elaboración:

Esta ensalada es muy fácil de hacer, y la mayor dificultad estará en hacer la salsa rosa y las gambas fritas.

Para la salsa rosa, os traslado al día en que la hicimos para presentar un bocado de gamba con salsa rosa pero de todas maneras, os recuerdo como la hicimos en ese día.

«En un bowl, echamos mahonesa y un poquito de ketchup (las proporciones en este caso, las considero al gusto, porque puede atraer con más sabor a ketchup o menos) teniendo en cuenta que siempre el ketchup va en menor proporción que la mahonesa. Se le pone un chorreón muy corto de whisky (normalmente la salsa rosa se hace con brandy, pero también recibe muy bien el whisky, siempre en cantidades muy reducidas) y una buena cantidad de zumo de limón (1/2 limón a lo sumo). Removemos todo, probamos (poniendo al gusto en cualquiera de los ingredientes antes señalados) y reservamos.»  Como única diferencia, nosotros esta vez hemos añadido un poquito de perejil picado a la salsa.

En cuanto a la preparación de las gambas, se pueden hacer según gustos y tamaños. Si son muy chicas las gambas y os gustan así, podéis dejarlas enteras y freírlas así una vez enharinadas, pero si son de un tamaño normal, es mejor pelarlas para no encontrarnos nada que tirar. Nosotros, hemos optado por pelarlas y dejarles la cabeza, pero es puramente decorativo, porque en el tamaño que hemos utilizado es mucho más acertado hacerlas bien peladitas.

Por otro lado, en una sartén sofreimos la cebolla en juliana y los pimientos, pero dejándolos al dente, ya que no queremos hacer un sofrito, si no simplemente tener un contraste de tamperaturas dentro de la ensalada y disfrutar de la textura de los pimientos.

Ponemos en un plato la rúcula y cortamos la zanahoria al gusto, nosotros lo hemos hecho en rodajitas.

Y……ya tenemos todo preparado para el montaje……

Presentación:

En un plato llano, hemos colocado la rúcula en el centro, disponiendo en la parte central de esta los pimientos y la cebolla, bañada por salsa rosa al gusto. Las gambas las hemos colocado rodeando la verdura, junto a la zanahoria troceada.

Por último hemos decorado con dos cucharadas de salsa rosa en los laterales. (Aliñad al gusto, aunque con la salsa rosa, en mi humilde opinión, cabe la posibilidad de excluir cualquier otro tipo de aderezo).

Con esto tan tan fácil, ya tenemos un plato de entrante, muy sano y muy muy rico, porque está claro que la combinación de gamba y salsa rosa, no tiene parangón.