En estas fechas no hay plato más típico del sur que los caracoles. Por ello, vamos a hacernos hoy unos caracoles chicos para poder disfrutar en casa sin necesidad de salir a la calle y, claro está poder tomárnoslo a un precio mucho menor. ¿Qué necesitamos para ello?.
Ingredientes:
- 1 kg de caracoles.
- 1 ó 2 guindillas (dependiendo del gusto y del pique de estas).
- Piel de 1/4 de limón.
- 1 cucharadita de cominos molidos.
- 12 – 15 clavos de olor.
- 2 hojas de laurel.
- Sal.
- Hierbabuena.
Elaboración:
Sin duda alguna, lo más dificultoso de hacer los caracoles en caldo (como en salsa) es la limpieza de estos, ya que para que estén buenos unos caracoles, lo esencial es que estén muy muy limpios.
En primer lugar, los caracoles deben ayunar. Aunque normalmente los caracoles que te venden en mallas en los mercados ya vienen ayunados, no está de más que durante un día lo pongamos en un recipiente con harina o pan rallado para que se limpien y vayan filtrando los restos que puedan ser perjudiciales para el ser humano, así como perder la tierra que contengan en su interior.
Una vez hecho este paso, llega el momento de limpiarlos definitivamente. Para ello utilizaremos dos recipientes (por ejemplo el fregadero y una olla). Empezaremos a dar enjuagados con agua, vinagre y sal y cambiando de recipiente hasta que lo veamos limpios (unos 4-5 enjuagues es lo que yo hago).
Cuando consideramos que están limpios, lo echamos en una olla con agua fría y ponemos al fuego con una temperatura media/baja. Tened en cuenta que lo que debemos conseguir es que por el calor el caracol salga y se gaitee, si le damos mucha temperatura, el bicho se nos morirá antes de salir y no quedarán gaiteados como queremos. Cuando veamos que los caracoles se han muerto y se nos han quedado fuera, aumentamos la temperatura para que hiervan y se produzca asi otra limpieza más de los residuos que le puedan quedar.
Veremos que se va creando una espuma densa y entonces, pasamos a un escurridor y limpiamos la última vez una vez muertos, asegurándonos que ya no volverán a producir más suciedad y que se quedan totalmente limpios.
Como último paso nos queda tan sólo cocinarlos y para ello, echamos en una olla con agua hasta que los cubra (según el caldo que queráis hacer así deberíais echar de agua), ponemos al fuego y echamos todos los ingredientes antes mencionados, las guindillas, el limón, los clavos, el comino, el laurel, la sal y abundante hierbabuena. Dejamos que hierva y corregimos de sal hasta poner al gusto y ya tenemos nuestra olla de caracoles para comernosla a nuestras anchas.
Los voy a intentar hacer.Ya te contaré el resultado.Gracias!!!!!!
Pruébalos. Además de estar muy rico, te resultará bastante más económico que comerlos en la calle…..eso sí, es algo laborioso. Gracias!.