Si recordáis ya hicimos en su día un salmorejo de aguacate, que salió la mar de rico, pues ahora y atendiendo a la petición y consejo de María Muñoz por facebook, nos hemos embarcado en ofreceros otro tipo de salmorejo, como es el de remolacha, que presenta también un color muy característico al igual que el de aguacate, pero siendo aún más llamativo.
¿No os apetece un plato fresquito para estas fechas?, pues vamos a ver que necesitamos.
Ingredientes:
- 1 tomate de buen tamaño.
- 1 remolacha cocida y media (compradas en pack de 3 en supermercado).
- 1 diente de ajo.
- 1/2 barra de pan duro.
- 1 chorreón de vinagre.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Piñones.
- Queso Parmesano.
Elaboración:
El plato que vamos a hacer no deja de ser un salmorejo, por lo que el proceso es igual que cualquier otro tipo de ellos.
En primer lugar vamos a meter en un bowl o en un vaso picador el diente de ajo pelado, el tomate pelado, la remolacha cocida junto al pan duro (mojado y escurrido previamente). Le añadimos el chorreón de vinagre (al gusto, pero tened en cuenta que luego se puede rectificar, por lo que es preferible quedarnos cortos y luego añadirle a última hora) y la sal (yo le he hechado 3 puñaditos, pero os hago la misma indicación que con el vinagre).
Una vez que tenemos todo esto, cogemos la batidora y picamos todo hasta que se nos quede la masa inicial del salmorejo. Para darle la espesura que queramos jugaremos con la cantidad de pan duro que le añadimos, si vemos que se nos queda muy claro, le añadimos más pan y vamos jugando con esto para darle la consistencia que queremos.
A última hora vamos a añadir el aceite poco a poco. Con esto vamos a saber cuanto aceite tenemos que echar porque podemos escoger el grado de esponjosidad que le da dicho aceite. Al echarlo a última hora hace que el aceite emulsione y quede el salmorejo más suave, por lo que os recomiendo que lo hagáis en este momento, así no os pasaréis echándolo.
Una vez que tenemos ya el producto, probamos y rectificamos en sal y/o vinagre si fuese necesario y ya tenemos el plato terminado.
Emplatado
Nosotros lo hemos puesto en un cuenco blanco, que hace llamar la atención aún más a la receta porque contrasta el color de la remolacha con el blanco.
Para adornar y como guarnición del salmorejo hemos colocado en el centro piñones y queso parmesano rallado, que le va a dar un sabor a queso final muy rico. Otras guarniciones que le podéis poner, por ejemplo, que se me ocurra, pollo en bastoncitos pequeños al curry, o cualquier cosa que se os ocurra, ya que es muy agradecido….
¡Hala!, ya tenemos otro salmorejo para la causa. ¡A disfrutar!
Me encanta! La comparto!
Muchísimas gracias. La verdad es que está riquísimo, te lo puedo asegurar….. Thanks!.
Esto tengo que probarlo!!!
En cuanto pueda mando otra receta de salmorejo de manzana, riquísimo y 0 calorías…
Esperando quedamos para recibirla. Gracias Álvaro.