Espaguetis con salsa de cebolla y tomate

Espaguetis salsa

Hoy voy a presentaros un rico plato de pasta que es muy muy sencillo. En nuestro caso, vamos a realizar la pasta como ya hicimos los tallarines en su día, confeccionando primero la masa, dejándola reposar durante un tiempo en el frigorífico y opr último confeccionando nosotros los espaguetis con nuestra máquina (se pueden hacer manualmente aunque cierto es que puede resultar trabajo de chinos). Si lo véis muy laborioso, podéis comprarlos como pasta fresca sin ningún tipo de problema.

Antes de mencionar los pasos a seguir vamos a ver lo necesario para hacer esta rica receta.

Ingredientes (2 personas):

  • 200 g de harina
  • 2 huevos.
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen.

Para la salsa:

  • 2 dientes de ajo.
  • 1/2 cebolla no muy grande.
  • 1/4 de puerro.
  • 1 pizca de nuez moscada.
  • 1 pizca de comino.
  • 1 tomate no muy grande.
  • 200 – 300 ml de leche.
  • Perejil picado.
  • Aceite y sal.

Elaboración:

En primer lugar, como os he dicho antes, la pasta la hacemos de igual forma que cuando hicimos los tallarines. Os la recuerdo para refresaros la memoria, pero ya os digo que si queréis la podéis comprar como pasta fresca, si no disponéis de los medios para realizarla de una forma cómoda. Eso sí…….si la hace uno mismo, he de decir que sale más rica. volcan de huevo

  1. Hacemos un montículo con la harina, creando un pequeño orificio en el medio para echar los huevos a modo de volcán. Nosotros hemos hecho este paso en un bowl para ahorrarnos manchar la encimera de la cocina más de lo que ya de por sí la mancharemos. Donde hemos echado los huevos, añadimos también la cucharada de aceite. En primera instancia, lo vamos mezclando del exterior al interior con un tenedor para que la harina vaya cayendo en los huevos,  que iremos batiendo sobre la marcha.
  2. Una vez que hemos hecho este primer paso y tenemos los huevos integrados con la harina, es la hora de pasar a la encimera (se puede hacer desde el principio en ella) y trabajar la masa. amasamos hasta que veamos que aunque se casi no se nos pegue a la encimera y las manos (algo siempre se pegará) y está compacta.
  3. En ese momento en el que la masa ya ha conseguido un punto de compactación óptimo, la dejamos reposar en el frigorífico durante una hora aproximadamente envuelta en plástico transparente de cocina.
  4. Pasada la hora de reposo, la sacamos y amasamos de nuevo para ver su consistencia. Ene ste momento os recomiendo que tengáis a mano la harina porque tendremos que utilizarla sobre la encimera para que esta no se nos quede pegada. Hecho esto, partimos la bola en dos pedazos iguales y con un rodillo amasamos para que se nos quede plana, teniendo en cuenta que buscaremos la forma rectangular con ancho justo para pasar por la máquina.
  5. Este tipo de máquinas disponen de varios niveles que corresponden al espesor al que quieres amasar. En primer lugar comenzaremos por el nivel de mayor grosor para ir compactando la masa poco a poco. Pasamos una primera vez por la máquina y nada más salir, rociamos con harina, doblamos y pasamos por la máquina nuevamente por el mismo nivel. Este proceso lo vamos a repetir unas 5 ó 6 veces (rociándola con harina en cada una de las pasadas).
  6. Cuando ya la hemos compactado bajamos el nivel en cada una de las pasadas de uno en uno sin doblar ya durante estos pasos. Con esto vamos a conseguir que la masa se nos vaya alargando y se nos vaya haciendo cada vez más fina, hasta llegar al espesor que queramos darle a nuestros tallarines (nosotros hemos parado en el nivel 3).
  7. Cuando ya tenemos la masa con el espesor y longitud adecuados pasamos por el instrumento de cortar los tallarines, que nos cortará la masa en finas piezas que, cuando salgan, espolvorearemos de nuevo con harina para que no se nos peguen unos a otros.
  8. Por último reservamos, bien colgados en unas perchas que se venden para ello o en cualquier invento que podáis hacer en casa. Si no se os ocurre nada, en un plato también se pueden reservar, porque con la harina no se nos pegarán unos a otros.

Una vez que ya tenemos la masa, vamos a hacer la salsa que es muy muy sencilla.

salsaEn primer lugar ponemos en una sartén con aceite los ajos muy picaditos y posteriormente la cebolla y el puerro. Cuando tengamos estos tres ingredientes pochaditos le echamos la leche, la nuez moscada, el comino y un toque de sal.

Dejamos reducir la leche hasta que tenga una densidad media. En ese momento lo llevamos a un vaso batidor y le echamos el tomate picado (sin piel). Con la batidora unimos todo y hacemos una salsa uniforme.

El resultado que nos ha salido de batir todo, lo añadimos de nuevo a la sartén y dejamos a fuego muy suave para que vaya calentando toda la mezcla. Es el momento de jugar con la cantidad de leche, se quiera un espesor o otro en nuestra salsa.

En el último momento será cuando echemos el perejil picado para que no se nos queme demasiado. espaguetis

Una vez que ya tenemos las dos partes del plato, tan sólo debemos hervir la pasta y unirla a la sartén. Tened en cuenta que la pasta fresca la debemos hervir en agua hirviendo con sal y aceite durante muy pocos minutos (estimo que unos 5 minutos aprox.) escurrirla bien y añadirla a nuestra salsa.

Presentación:

Una vez que hemos hecho todos los pasos anteriores, es el momento de emplatarla. Para ello la serviremos en un plato llano y cogeremos la pasta con unas pinzas, girándolas a la hora de situar los espaguetis en el plato de forma que se nos quede con volumen. Por último añadimos cebollino picado por encima y un chorreón de aceite de oliva extra si se desea y ya tenemos nuestro plato listo para ir a por él.

«Quando arrivo a casa un piatto di spaghetti deliziosi»

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3 Respuestas a “Espaguetis con salsa de cebolla y tomate

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