Que cosita más rica y más común que las costillas de cerdo. Con ellas se puede hace de todo, desde servirlas como ingrediente principal hasta ponerlas en un guiso o en un arroz para aportar sabor. Hoy vamos a darle el protagonismo y vamos a hacerlas en salsa de champiñones pero antes vamos a marinar la carne para aportarle sabor y suavidad. ¿Qué vamos a utilizar?
Ingredientes (2 personas):
- 250 g de costillas.
- 125 g de champiñones laminados.
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 1 cucharadita de orégano.
- 1/2 cucharadita de comino molido.
- 3 clavos.
- Vino blanco.
- 1/2 cebolla morada.
- 2 dientes de ajo.
- 1 vaso de chupito de Brandy.
- Agua.
- Aceite de oliva y sal.
Elaboración:
El procedimiento de este plato es muy sencillo. Primero vamos a poner a marinar la carne en un cuenco o plato hondo con vino blanco, el pimentón dulce, el orégano, comino y clavos. Lo dejamos durante unas horas, dándole la vuelta a las costillas para que se vaya impregnando bien del líquido por todos sus lados.
Vamos a comenzar con el plato, contando que la carne ya se ha marinado lo suficiente. Para ello, ponemos en una sartén 2 cucharadas de aceite de oliva virgen y cuando esté caliente echamos el ajo muy picadito y la cebolla morada. Damos unas vueltas para que se nos hagan y seguidamente añadimos los champiñones laminados.
Mareamos y movemos durante unos minutos y seguidamente le echamos un poquito de Brandy. Dejamos que se evapore y ponemos la carne en la sartén. Damos unas vueltas y dejamos que se selle y se nos haga un poco.
Tras esto, echamos en la sartén el vino y especias que nos han servido para marinar las costillas y dejamos que se vaya reduciendo, mientras damos vueltas de vez en cuando a la carne y a los champiñones.
Nuestro cometido ya va a ser el de vigilar la salsa que no se nos quede seca e iremos añadiendo agua según nos vaya pidiendo para que no se quede nunca seca la sartén. Por último probamos de sal y ponemos en su punto (podemos también omitir este paso y añadirle sal Maldon una vez que lo hayamos servido, al gusto).
Presentación:
Sobre un plato blanco hemos puesto en primer lugar los champiñones y la salsita y sobre ellos las costillas. Después hemos añadido un toque de aceite aromatizado con orégano para decorar el plato.
Ramita de perejil y ¡a comer!