Cata Maridaje de vinos Huerta de Albalá en Bodegas Mezquita

cata maridaje

El pasado jueves (día 12 de junio) tuve la suerte de poder asistir a un evento de cata y maridaje que, una vez más, organizaron nuestros amigos de Bodegas Mezquita y aprovecho mi blog y el día de hoy para contaros mis sensaciones y mis vivencias en este día junto a otros blogueros, periodistas y amigos.

Tuve la gran suerte de compartir este momento con personas como Andrés Orgaz, Ana Pineda, Noé Carmona y mi buen amigo Juan María Fuentes. La verdad es que una buena compañía y un buen vino es sinónimo de triunfo, pero además se le sumaba el lugar y su fabulosa comida.

frentebloguero

El recibimiento en Bodegas Mezquita no pudo ser mejor gracias a Baldomero Gas y a una simpatiquísima Sonia Toril (como diría aquel, me declaro fan fan fan de poster) que dieron paso a Andrés Soto, director comercial de las Bodegas Huerta de Albalá, para que nos presentara su producto y nos explicara lo que podemos destacar de cada uno de ellos.

La velada comenzó con una breve introducción de la historia y ubicación de la bodega. Esta bodega fue creada por Vicente Taberner hace ya unos trece años con la intención de conseguir vinos de terruño, de intenso color y sabor que expresasen la pureza del sabor varietal, que reflejaran la zona de donde proceden y que mostraran una estructura elegante y a la vez fueran exquisitos, potentes y complejos. ¿Y cuál es la zona a la que quiere representar? Pues bien, esta bodega se encuentra ubicada en Arcos de la Frontera (Cádiz), donde comienzan los denominados pueblos blancos.

Situada al sureste de la Sierra de Grazalema, posee un clima tremendamente bueno para el crecimiento de la viña. Las oscilaciones de temperatura entre el día y la noche unido a la altitud a la que se encuentra el terreno (1200 m sobre el nivel del mar, aproximadamente) hacen que las condiciones se puedan considerar óptimas para conseguir un producto de extrema calidad, como es el caso de los vinos que nos ofrecen Huerta de Albalá.

Andrés, nuestro guía por estas magníficas bodegas a casi 150 kilómetros de distancia, también nos habló de números. Posicionó su producción actual en torno a las 500.000 botellas, señalando que establecen un techo de salida de 700.000, en parte, porque el terreno que poseen son 75 hectáreas de viñedos (de distintas variedades como son Syrah, Merlot, Cabernet o Tintilla de Rota entre otras).

Huerta de Albalá no suministra sólo a distribuidores nacionales, ya que, según nos indicó nuestro magnífico guía, la exportación se ha convertido en un activo muy importante dentro de la bodega, llevando la calidad de un producto andaluz más allá de las fronteras españolas. Estados Unidos, Ingleterra, Estonia, Alemania (con unas 120.000 botellas exportadas), Lituania, Emiratos Árabes y un largo etcétera de paises comunitarios y extracomunitarios pueden degustar Andalucía en una copa de vino.

Pero no me enrollo más, porque de lo que os quiero hablar es de las muestras que nos ofrecieron en este evento y del maridaje que nos sirvió Bodegas Mezquita para unir lo mejor posible dos sabores bien distintos.

Comenzamos la cata:

1.- Primer vino. Barbazul Blanco:

Comenzamos la cata con un vino blanco, el Barbazul Blanco. ¿Qué podemos decir de este vino? Se trata de un vino joven que hace sentir unos perfumes de levaduras,  flores blancas y aromas de fruta, con un lejano eco de hierbas y plátano.

A la vista podemos calificarlo de oro subido con reflejos verdosos. Sin duda se trata de un vino sabroso, fresco y equilibrado en boca dotado de salinidad que le da ese toque sabroso que os comento.

Como maridaje de este sorprendente vino se nos sirvió un Mezclum de setas salteadas con verduritas. La verdad es que para mi gusto, el punto de las verduras (al dente) con un toque de sésamo que lo remataba nos ofrecía un bocado crujiente con un corto punto de sal que hacía destacar más el sabor del vino que estábamos catando, dándole importancia en la mesa. Bajo mi punto de vista, un muy buen acompañamiento para este blanco con personalidad.

primer vino plato

2.- Segundo vino. Barbazul Rosado:

Tras la primera copa de vino blanco, se nos sirvió la de rosado. En principio, a la vista es un vino que engaña, porque por su color bien podíamos decir que se tratara de un tinto cosechero. Es limpio, brillante, vivo y dispone de un color picota propio de la uva tinta que se utiliza para su fabricación. Se trata de un vino 100 % Syrah que fermenta a las mismas condiciones que el vino blanco, es decir, a 12º durante 20 días.

En nariz nos aporta aromas de fruta como la fresa, frambuesa, albaricoque, manzana verde y melocotón pero también posee unos matices a fruta tropical como puede ser el mango.

En boca yo lo calificaría como un vino muy sabroso. al igual que el blanco, cuando lo paladeas te aporta cierta acidez con un ligero sabor a sal. La salinidad de este vino es destacable al igual que en el caso del anterior, cosa que personalmente me sorprendió en un vino de este tipo, siendo por esto uno de los más llamativos que he probado dentro de los «rosados». Desde mi punto de vista es un vino fresco y muy agradecido al paladar.

El acompañamiento que Bodegas Mezquita eligió para este vino, a priori lo consideré algo arriesgado ya que se trataba de un revuelto de bacalao con morcilla de Espejo. Dicho así, lo primero que se te puede venir a la cabeza es que se trata de un plato con gran sabor que puede esconder el gusto del vino, pero nada más lejos de la realidad. El plato unía dos sabores bien distintos que se complementaban muy muy bien. Como os he comentado antes, la salinidad y acidez de este buenísimo rosado llamaba poderosamente la atención combinando muy bien con los sabores que nos habían ofrecido. La verdad es que me gustaría probar este tipo de vino con un buen plato de pasta fresca, porque creo que también debe conjuntarse muy muy bien.

segundo vino plato

3.- Tercer vino. Taberner 2007:

Era la hora del tinto. La verdad es que muchos pensarán que para calidad, las DO conocidas por todos para este tipo de vinos, pero Andrés Soto nos mostró la mayor apuesta de la Huerta de Albalá, porque quizás se trate de un proyecto en el que quieren demostrar que en Andalucía se hace un muy buen vino tinto, dejando a un lado las etiquetas de cada una de las zonas vinícolas españolas.

Este se trata de un vino madurado con colores muy intensos. Un vino que tiene como mayor cualidad o característica su fermentación en tino de roble francés de 5.000 litros, utilizándose exclusivamente barricas de primer y segundo año.

Como hemos dicho anteriormente a la vista posee un color intenso, de teja y picota con tonos o reflejos marrones. En nariz nos sedujo con un gran número de aromas, como pueden ser de frutas maduras, especias, canela, toques de cuero incluso algo de café. Lo considero muy atractivo al olfato.

En boca lo calificaría como un vino largo, con una primera entrada frutal dejando un muy buen retrogusto con un punto de acidez. Menos salado que los dos anteriores creo que tiene una gran profundidad y consistencia.

Y aquí, como era de ley, no nos podían ofrecer otro plato que una buena carne de nuestra tierra. Una presa ibérica con patatas confitadas y crema de alboronía. La verdad es que aquí sobran las valoraciones, no creo que haya una conexión mejor que una buena carne y un buen vino tinto.

Tercer plato presa

4.- Cuarto vino. Barbazul tinto

Para culminar con la cata y con la cena, nuestro amigo Andrés se arriesgó escogiendo un vino tinto en vez del típico dulce que nos suele acompañar de manera habitual. Se trata de un vino que conjuga cuatro tipos de uvas como son la Tintilla, Syrah, Merlot y Cabernet.

En vista dispone  también de tonos cereza con algún que otro reflejo violeta. En nariz se notan frutos maduros, cítricos, regaliz y ciertos aromas a tabaco, cosa que me llamó muchísimo la atención.

En boca yo lo calificaría como un vino largo pero fresco. Da una cierta sensación a dulce en la punta tratándose de un vino bastante potente.

El maridaje para este vino fue un tocino de cielo con un helado de turrón. El dulzor característico y la suavidad del tocino de cielo contrasta muy bien con ese sabor «dulce/ácido» que tiene este vino, uniendo los sabores e impidiendo que ninguno de ellos «mate» al otro. Un postre acertado para un vino arriesgado que puede dar un toque de distinción en la sobremesa.

tocino de cielo y helado de turrón

Hasta aquí la cata-maridaje que este pasado jueves pudimos vivir en Bodegas Mezquita. Ni que decir tiene que pido disculpas a todos los entendidos en enología por mis apreciaciones, pero soy de los que opino que las sensaciones que te puede despertar un vino están formadas por recuerdos, porque ellos son los que te hacen sentir y como bien nos señaló nuestro genial anfitrión Andrés Soto, «el estómago es la mejor memoria».

Como siga así, mi estómago va a tener sólo memoria a corto plazo y voy a tener que refrescarla muy a menudo.

Por último, quiero dar las gracias a los organizadores, que no son otros que Bodegas Mezquita y Huertas de Albalá, así como a todos los asistentes que crearon un ambiente muy simpático y agradable durante toda la noche. No se me puede olvidar el servicio de Bodegas Mezquita y todos los camareros con los que tuvimos la suerte de compartir el evento, con una especial mención a Alberto, ejemplo de que la simpatía y la naturalidad no está reñida con el buen hacer y la profesionalidad en el servicio.

final evento

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8 Respuestas a “Cata Maridaje de vinos Huerta de Albalá en Bodegas Mezquita

  1. Ha sido una experiencia muy buena poder conocer los vinos de Huerta de Albalá de la mano de Bodegas Mezquita y con tan estupendo grupo de amigos, por lo que la conjugación de todo esto, ha hecho de esta ocasión un momento único de disfrute en todos los niveles. Me ha encantado tu post y su paseo por la historia de estas Bodegas. Un abrazo

  2. Con post como este la Bodega no necesita más enologos ni mejores embajadores Bodegas Mezquita, te digo como a Ana, que aunque no pude estar con vosotros, leyendo vuestros reportajes, lo puedo vivir.Un abrazo

    • Gracias Lola!. Eres única!.
      La cata genial y el maridaje muy muy enlazado con el vino. La verdad que ue una muy grata experiencia……eso sí, faltaste tú. Para la próxima contamos con tu presencia!. Un beso y gracias de nuevo.

  3. Que bien lo has descrito.
    Siento no haber podido ir, pero no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo.
    Me hubiese encantado conocer esto vinos, porque la cocina de Bodegas Mezquita, por suerte, la disfruto con cierta regularidad y es magnífica.
    Y no digamos del cariño y amabilidad de Baldomero, Sonia y de todo personal.

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