Vamos a hacer hoy unas albóndigas pero dándole un tamaño menor para poder presentarla en plato o incluso como entrante en cualquier recepción que realices a tus amigos o familiares en casa. Es un plato muy sencillo porque no tiene mucho que hacer, pero pueden resultar muy muy buenas. ¿Qué necesitaremos?.
Ingredientes (2 personas):
Para las albóndigas:
- 300 g de carne picada (50% ternera – 50% cerdo).
- 1 trocito de puerro.
- 3 dientes de ajo.
- Vino blanco o Manzanilla.
- Perejil.
- 1 huevo
- 1 pizca de comino.
- Pimienta molida.
- Pan rallado.
- Sal y aceite de oliva virgen extra.
Para la salsa:
- Cebolla
- Pimiento rojo
- Pimiento verde.
- Tomate.
- Ajos.
- Comino molido.
- Nuez moscada.
- Laurel.
- Perejil picado.
- Vino blanco.
- Agua.
- Aceite de oliva virgen y sal.
Elaboración:
Para realizar estas minialbóndigas, vamos a preparar primero la carne y para ello la ponemos a macerar en un recipiente junto a todos los ingredientes mencionados para las albóndigas.
En el recipiente añadiremos los ajos muy muy picaditos al igual que el puerro. La pizca de comino, la pimienta molida (al gusto), el huevo y el perejil muy muy picado (abundante perejil fresco picado). Añadimos su punto de sal y amasamos.
Una vez que hayamos unificado todo, echamos un chorreoncillo de vino muy corto ya que no queremos abusar porque más tarde tenemos que intentar moldearla para darle la forma redondeada. Dejamos reposar un rato y al final, antes de darle forma añadimos un poco de pan rallado para aportarle mayor consistencia.
De esta forma, ya tendríamos las albóndigas hechas (hay mil formas, librillos y recetas de albóndigas, si tu opción te gusta más, ni lo dudes y básate en las que tú haces habitualmente, pero como siempre digo, las cosas se pueden hacer de mil formas, he ahí el encanto de la gastronomía).
Para la salsa, vamos a hacer en principio un sofrito, en el que echaremos la cebolla y el ajo muy picado en el aceite (cantidades dependiendo de la salsa que quieras hacer). Echamos también el pimiento verde, el pimiento rojo, el laurel, un poquito de comino, una pizca de nuez moscada (tened cuidado conla cantidad de nuez porque es un ingrediente que conlleva mucho sabor), el tomate muy muy troceadito, el perejil picado y su punto de sal.
Se le da un mareo a todo en el cazo y se le añade vino blanco, se deja hacer con el vino para que se evapore el alcohol. Vamos viendo el espesor de la salsa y si la vemos muy espesa, le echaremos un poquitín de agua. Una vez que veamos que todos los ingredienets están hechos, la pasamos a un vaso batidor y la batimos hasta dejarla suave y uniforme. Ponemos otra vez en el cazo para darle un calentón y actuamos de la misma forma que antes, miramos la textura y la ponemos a nuestro gusto, si la queremos menos espesa le añadiremos un poquito de agua. Probamos el punto de sal y rectificamos si fuese necesario.
La salsa hecha y las albóndigas tan sólo a la espera de freirlas en aceite en una sartén a parte y añadirlas a la salsa para que se terminen de hacer. Fácil y sencillo para hacer un plato típico con un toque personal que cada uno puede darle a sus recetas.
Presentación:
La presentación de estos platos son de plato hondo, con su salsita y sus albóndigas perdidas en ella. Por esto, no queríamos perder las buenas costumbres y romper tan bonita presencia. Eso sí, rematamos con cebollino picado y con una ramita de perejil.
Unas albóndigas con mucho salero, tienen que estar buenísimas. Encuentro muy original el puerro en la masa de las mismas, yo nunca lo había pensado.
Están muy buenas……doy fe…..jajaja. Un besazo y gracias Lola!