El otro día comencé a renovar las imágenes de mis redes sociales y las cambié por una en la que se puede observar un nuevo calificativo que hasta hoy nunca había utilizado, pero creo que se adapta muy bien a la función que realizo y he venido desarrollando en el blog hasta día de hoy. Quiero deciros que, de verdad, me siento un «Cocinity Manager».
¿Qué es un «Cocinity Manager»?, ¿Qué término es ese? Para llegar al fondo de la cuestión y explicároslo de manera que lo entendáis según yo lo entiendo quiero hacerlo desde la raíz, desde el principio fundamental.
¿Qué es la cocina?, ¿qué es la comida?…… La cocina como concepto, la podéis explicar de mil modos, pero a mi me gusta diferenciarla en tres pasos diferenciados (como bien podéis ver en la fotografía). Yo considero que la cocina/comida tiene tres partes destacables y os la explico a continuación:
Imaginación: La cocina tiene una gran parte de creatividad, de usar las ideas para llevar a cabo un trabajo que tienes grabado en tu mente. La realización de una receta es plasmar en un plato algo que ya has creado en tu imaginación. Pero no es sólo imaginación para el que crea, también lo es para aquel que se sienta en una mesa de bar y tiene una visión fotográfica del plato que ha visto en carta.
La mente es una parte fundamental en la gastronomía porque es la que inicia las percepciones por medio de la creatividad y la que los termina por medio de las sensaciones en modod e sabores, a nuestro cerebro. Es el principio y final de una buena receta.
Degustación: La parte en la que todos nos centramos como parte principal de la cocina o de cualquier comida. El fin de una comida o de una elaboración es la de degustar el producto que se ha llevado a cabo, por ello, quizás sea la parte más importante dentro de esta sucesión de estados, pero para mi, no deja de ser más que un eslabón de la cadena que compone el todo que os expongo.
Degustas, pero mientras lo estás haciendo estás enviando sensaciones nerviosas a tu cerebro que hacen estallar la imaginación. Cada sabor se desprende de tu boca para llegar a tu mente en forma de recuerdo o vivencia, que son las que al fin y al cabo despiertan sensaciones ya existentes.
Socialización: Pensaréis, ¿socialización en la cocina? Sí y es mucho más importante de lo que creemos. Una vez que hemos imaginado y probado el resultado final en modo de comida, lo más importante de la cocina es la socialización, el transmitir los sabores a los comensales que lo comparten contigo y/o a personas externas a los que quieres hacer llegar mediante cualquier forma de comunicación (oral, escrita, etc) la síntesis de un plato, el sabor o el lugar donde puedes saborear algo que verdaderamente te ha gustado.
Pero no sólo la socialización la tenemos en cuanto a bares se refiere, la transmisión de ideas, sensaciones y sabores va más allá. Os pongo un ejemplo muy singular. Todas las madres tienen su librito de recetas manuscrito y que utilizan para aquellas recetas que no se acuerdan de una vez a otra pero que será parte de un legado que irá heredándose de generación en generación…….¿no?
Ese es el inicio más claro de la transmisión de sabores por medios escritos. Lo que hoy en día se hace por medio de un blog, página web, twitter, facebook, etc nuestras madres lo hacían en un cuadreno de anillas, con más o menos orden, que están repletos de una cultura indescriptible.
Todos los que nos gusta la cocina tenemos alma de «Cocinity Manager» porque realizamos los pasos que os he señalado y disfrutamos muchísimo llevándolos a cabo. Esas madres que nos pasaron las recetas en su mejor «red social» son las mejores maestras de lo que hoy en día se hace frente a una pantalla, pero sin duda que ellas también fueron, a su modo, «Cocinity Manager».