Vamos a ver otra forma distinta de poner unos mejillones. Muy sencilla y coqueta al mismo tiempo.
Seguro que has visto los panes de mini hamburguesas que venden en el supermercado pues nos vamos a valer de ellos para hacer un rico entrante y muy fácil de hacer. Primero os diré que necesitaremos para poder llevarlo a cabo.
Ingredientes:
- Mejillones (2 por cada mini hamburguesa).
- Limón.
- Pimienta negra en grano.
- 1 hoja de laurel.
- Tomillo.
- Pan de mini hamburguesa.
- Rulo de queso de cabra.
- Brotes verdes.
- Cebolla crujiente.
- Huevo.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Ketchup.
- Mahonesa.
- Chorreón corto de whisky.
Elaboración:
En primer lugar vamos a limpiar bien los mejillones y para ello, los raspamos con el cuchillo redondo o con un estropajo de acero bajo el chorro del grifo quitándole las barbas que poseen.
Una vez que los tenemos limpitos, los echamos en un cazo y le añadimos el zumo de los limones, una pizca de tomillo, unos granos de pimienta negra y una hoja de laurel y ponemos al fuego. En fuego fuerte se harán en muy poco tiempo, así que estaremos pendientes para sacarlos y reservarlos a parte.
Ahora, para terminar de hacer los mejillones vamos a pasarlos primero por huevo (que batiremos en un plato hondo) y posteriormente lo llevaremos a un plato con pan rallado. Quitamos el exceso de pan y lo ponemos en una sartén con el fuego bien fuerte ya que sólo queremos que se nos cree la costra superficial. Vamos haciendo los mejillones y reservando.
En el pan de hamburguesa vamos a ir poniendo unos brotes verdes, una rodaja de queso de cabra y cebolla crujiente y por último ponemos los mejillones empanados.
Para acompañarlos, vamos a hacer una salsa rosa, de ketchup, mahonesa y un chorreón de whisky para servir junto a las hamburguesitas.
Presentación:
Toda la hamburguesa bien montadita y la salsa a parte en un reciiente para que se sirva cada uno a su gusto, es una buena forma de hacer llegar este plato al comensal.