Hoy os planteo un plato de cuchara. Un «cocido» diferente y muy rápido de hacer si utilizas garbanzos cocidos. Si no, tan sólo te llevará un poquito más de tiempo, que será el que emplees en cocerlos. ¿Hacemos nuestros garbanzos con sepia?
Ingredientes (2 personas):
- 225 – 250 g de garbanzos.
- 1 sepia de tamaño medio.
- 1/2 cebolla.
- 1/2 pimiento verde.
- 2 dientes de ajo.
- 75 ml de tomate frito.
- 250 – 300 ml de caldo de verduras.
- Una pizca de comino molido.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Si utilizamos garbanzos secos, debemos ponerlos a remojo la noche de antes. Los lavamos antes de ponerlos en la olla Express, con un poquito de sal y perejil (si no queréis perejil, lo excluís) y en tan sólo unos 25 minutos los tendremos listos. La segunda opción y no por ello peor, es la de conseguir garbanzos cocidos envasados y os saltáis el paso que os acabo de comentar.
Ya damos por hecho que los garbanzos los tenemos preparados, así que nos disponemos a hacer la preparación de la receta propiamente dicha.
En un cazo (u olla, dependiendo de las dimensiones de cada una) ponemos los dos dientes de ajo muy picaditos junto a unas dos cucharada de aceite. Cuando estén cogiendo color, añadimos la cebolla y el pimiento en brunoise, que aportará agua al ajo e impedirá que se nos queme. Una vez que se nos ha pochado todo el conjunto, echamos el tomate frito y un poquito de sal y removemos dejando que se integren todos los elementos.
Ahora añadiremos la sepia bien limpita y troceada en cuadraditos no demasiado grandes. Rehogamos unos 4 ó 5 minutos. Añadimos el caldo de verduras (la cantidad que hemos puesto es orientativa porque dependiendo de la evaporación y de nuestro gusto, utilizaremos más o menos, según lo queramos más caldoso o menos). Echamos una pizca de comino y pimienta molida y vamos dejando que la sepia se nos vaya poniendo tierna, añadiendo más caldo o agua si fuese necesario.
Agregamos los garbanzos cocidos, corregimos de sal y dejamos unos 4 ó 5 minutos más. Apartamos finalmente y dejamos reposar unos minutillos.
Presentación:
Plato blanco para destacar el color rojizo de nuestro guiso. Espolvoreamos con perejil por encima y listo para comer. Lo bueno, si simple, dos veces bueno.