Vamos a hacer hoy una receta que explota en sabor, pero sin esmerarnos mucho en la presentación, o más bien, que parezca que no le hemos dado la importancia que merece, porque queremos un «desorden ordenado» en nuestro plato. Vamos a llevar a cabo un revuelto de salmón, ajetes y queso al pelotón, para que rompamos con nuestro tenedor una bomba de gusto.

Como siempre digo, si en un plato tenemos producto, es muchísimo más fácil obtener un grandioso resultado y este es el caso de la receta que hoy os presento, porque el salmón, ajetes y el queso (el tipo que más os guste, siempre que no sea muy curado) hace un contraste genial.

Ingredientes:

• Lomo de salmón.
• Ajetes.
• Queso en lonchas (Gouda, semicurado, etc..)
• Almendras fileteadas (muy poquitas).
• Pimiento verde.
• Cebolleta.
• Tomate.
• Salsa teriyaki.
• Perejil fresco.
• Sal Maldon.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Germinados de alfalfa.

Elaboración:

Vamos a comenzar haciendo un refrito, como en todos los revueltos que se tercie. En primer lugar, en una sartén con AOVE, ponemos la 1 cebolleta pequeña picada y medio pimiento verde a freir. Esperamos un segundín y seguidamente añadimos los ajetes cortados en trocitos de 2 dedos de longitud y dejamos que se vaya haciendo junto a la cebollesta y el ajo. Por último incluimos unas poquitas almendras fileteadas, sin pasarse, muy poquitas para que nos aporte un punto crujiente (esto es al gusto, si no os gusta, podéis desecharlas)

Lo próximo será echar el salmón cortado en trozos ni muy grandes ni muy pequeños (aunque esto es al gusto), lo que sí debéis saber es que cuanto más grandes sean, más tiempo necesitará para hacerse. Le damos un toque con 3 ´0 4 gotitas de salsa Teriyaki (queremos tan sólo un toque muy sutil).

Una vez que el salmón está bastante hecho, añadimos un buen puñado de perejil fresco picado y removemos en la sartén. Ahora, lo que tenemos es que emplatar rápidamente para que el queso se nos funda con la temperatura de los demás ingredientes.

Con un molde circular, ponemos en la base un poco del revuelto de salmón, metemos una loncha de queso, ponemos otro poco del revuelto, otra de queso y rematamos con más mezcla del salmón. Con la temperatura del conjunto, el queso se va a derretir y va a quedar muy suave, adaptándose al conjunto.

Por último, quitamos el molde, sin preocuparnos del «derrame» que van a sufrir los ingredientes y rematamos con un poco de sal Maldon y un poquito de aceite de oliva virgen extra. Decoramos con germinados (o con cualquier otra decoración que os venga a la cabeza) y listo para degustar.