Últimamente se dice que adornamos tanto los Gin Tonic y combinados que al final nos resultan salmorejos…..y he pensado yo (no os extrañéis…..jo), ¿y porqué un Salmorejo no puede parecer un Gin Tonic?…..y eso me he propuesto. Vamos a hacer una receta arriesgada, para mayores de 18 años y con unos matices que quizás no van a ser para todos los públicos, pero va a resultar muy interesante para aquellos que degustan asiduamente este tipo de combinados.
Antes de nada, quiero exponer mi máximo respeto al salmorejo cordobés (del que soy embajador y con el que me siento totalmente identificado) y a la Salmoreteca de Juanjo Ruíz, porque ellos son los verdaderos artistas de los mejores salmorejos del mundo y deciros que, esto más que una osadía, es una idea quizás novedosa, pero, como he dicho antes, con unos matices muy llamativos basados en el Gin Tonic.
Ingredientes:
Los ingredientes no difieren mucho con los del salmorejo tradicional, tan sólo vamos a cambiar el agua para mojar el pan por ginebra y tónica (no en mucha cantidad, porque la tónica de un matiz inicial amargo). Por ello, os pongo los ingredientes del salmorejo tradicional, especificando los cambios que vamos a realizar.
- 1 kg de tomates rojos.
- 200 – 250 g de telera cordobesa.
- 1 diente de ajo.
- Aceite de oliva virgen extra y sal.
Además utilizaremos:
- Ginebra aromatizada de fresa Puerto de Indias.
- Tónica (cantidad al gusto, teniendo en cuenta lo indicado anteriormente).
- 1 ramita de hierbabuena fresca.
- Una pizca de zumo de limón.
- Esferificaciones de manzana y jengibre (compradas hechas, marca Deluxe).
Elaboración.
La realización de esta receta es muy muy parecida a la del salmorejo tradicional, tan sólo vamos a variar algunos conceptos y puntos muy muy concretos.
En primer lugar, el pan, lo vamos a poner a remojar en una mezcla de ginebra y tónica (hemos escogido una ginebra aromatizada como es Puerto de Indias porque le aporta un sabor diferente, dando matices que con cualquier otra ginebra no conseguiríamos y porque es de aquí al lado de la tierra y merece toda nuestra admiración) y no lo vamos a escurrir como hacemos en el salmorejo tradicional…….pero……os preguntaréis ¿vamos a aguar mucho el salmorejo?……¡tranquilos!, para compensar en parte el aporte de líquido con la mezcla de ginebra y tónica, vamos a utilizar tan sólo la carne del tomate, desechando la zona más líquida de este.
Por lo tanto, ya tenemos el pan remojado y ahora, tan sólo tendremos que poner en un vaso batidor los tomates (pelados y sólo su carne), el ajo, un poquito de zumo de limón y un poquito de ralladura de jengibre y lo batimos todo muy bien.
Una vez que ya tenemos la primera parte batida, ahora iremos aportando pan, primero impregnado en el líquido y más tarde iremos escurriendo un poco según veamos la consistencia de la mezcla y del espesor que queramos conseguir.
Cuando tengamos la textura que queremos conseguir, vamos a añadir muy poquito a poco el aceite e iremos batiendo para que se nos emulsione la mezcla y consigamos la cremosidad que buscamos. Por último vamos a remover todo con una ramita de hierbabuena y la dejaremos en la mezcla durante unos 5 minutos y la sacaremos, con esto, conseguiremos reducir un poco el primer toque amargo tan característico de la tónica.
Presentación:
Para emplatar, nosotros lo hemos servido en copa de cocktail. Ponemos el salmorejo, decoramos con una guarnición de perlas o esferificaciones de manzana y jengibre, un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra y por último una hojita de hierbabuena……y listo. Un salmorejo diferente, para mayores de 18 años, para poder disfrutar como niños.
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