Vamos a hacer todo un clásico de nuestra gastronomía. Los mejillones tigres, un bocado exquisito, que al menos a mi, me encantan.
Valga esta receta como homenaje a mi suegra, que los hace de vicio y me trae cada vez que hace un buen número para congelar.
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones.
- 1/4 parte de vino Albariño.
- 3/4 partes de agua.
- 1 buena cucharada de mantequilla.
- 2 buenas cucharadas de harina de trigo.
- Leche entera.
- Una pizca de nuez moscada.
- 1 cebolla grande.
- Pan rallado.
- Huevo.
Elaboración:
En primer lugar limpiamos los mejillones quitándole los crustáceos que se quedan suelen tener pegados de las conchas. También quitamos la red que es la que lo sustenta del colgante de los viveros de mejillones, o bien de las rocas donde se mantienen.
Los ponemos en un cazo, echando 1/4 parte de vino Albariño (o cualquier afrutado) y 3/4 partes de agua. No hace falta que los cubramos todos. Cuando se abran separamos la carne de las conchas y estas últimas las reservamos para utilizarlas posteriormente. El caldo resultante de la cocción no la tiréis, la reservamos para hacer la besamel.
La carne del mejillón la picamos muy picadita y las reservamos.
Ahora hacemos la masa que rellenará nuestra concha del mejillón, para eso, haremos una besamel en la que primero pondremos la cebolla cortadita a pochar en ala mantequilla puesta en la sartén. Una vez que la cebolla haya pochado un poquito, ponemos la harina a rehogar. Echamos la nuez moscada y sal.
Ahora iremos añadiendo leche sin parar de remover para que se nos vaya haciendo bien la mezcla de la besamel. En las últimas aportaciones de líquido que hagamos, le pondremos caldo de la cocción de los mejillones (que pasaremos por un colador para quitar impurezas) hasta que se nos quede la textura deseada de la besamel. Probamos el punto de sal y rectificamos.
Por último añadimos la carne de los mejillones (si queréis también podéis ponerle gambas crudas peladas que se harán con el calor de la fritura del conjunto).
Ya tan sólo nos queda rellenar las conchas de los mejillones (dejándolos reposar durante un buen rato) y rebozar, utilizando huevo y pan rallado. Ahora, lo podéis congelar si queréis para hacer en varias ocasiones.
Se fríen en fuego bien caliente y listo para comer.
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tremendos!
Buen resumen!….jajaja. Gracias por tu comentario.