Hoy os presento una receta que, aunque se puede hacer bien con otro tipo de pimiento e incluyendo una tortilla de lo que penséis que os puede gustar o pegarle a dicho pimiento, nosotros hemos optado por hacerlo con pimientos blancos y con una tortilla un tanto peculiar, hecha de bacalao ahumado y un toque muy sutil a ajo.
Os enumero los ingredientes que vamos a utilizar para hacer este plato que, siendo sencillo, queda muy muy bien para cualquier celebración o comida cualquiera.
Ingredientes (esta vez no pondremos cantidades porque depende de los pimientos que se vayan a utilizar y de su dimensión):
- Pimientos blancos.
- Huevos.
- Bacalao ahumado.
- 2 dientes de ajo en camisa.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta negra molida.
- Sal.
- Eneldo picado.
Para la salsa.
- Salsa de tomate.
- Ketchup.
- Curry.
Elaboración:
Cómo podéis ver, los ingredientes no son muy elaborados ni rebuscados…..por lo que podéis deducir que la receta es sumamente sencilla, como os he dicho en la presentación.
Para hacer este plato, primero vamos a limpiar bien los pimientos, es decir, vamos a lavar por fuera y vamos a quitarle el tallo y las pipas interiores, quitándole la parte superior como si de una tapadera se tratase. Los reservamos.
Ahora, vamos a darle el toque a ajo, sutil, pero que va a resultar muy muy bueno. Para ello, ponemos en una sartén con aceite dos ajos en camisa para que se nos hagan, hasta que estén hechos. Esto, lo reservamos porque vamos a utilizar las dos partes.
Por otro lado, vamos a poner los huevos en un recipiente abierto y vamos a añadir los ajos en camisa que hemos frito para que le de sabor, mientras los batimos. Una vez batidos, echamos el bacalao ahumado troceado y la pimienta negra molida y removemos para que todo se nos integre. Por último sacamos los ajos, porque sólo queremos ese ligero toque.
Ahora, en una sartén aparte, vamos a añadir un poquito de aceite de la fritura del ajo y vamos a cuajar un poco la tortilla hasta que veamos que se quedará en un punto en el que sin estar cuajada, ya no se nos saldrá del pimiento al freírlo. La sacamos y apartamos en un recipiente para comenzar a rellenar nuestros pimientos.
Una vez rellenos, los ponemos (con su «tapadera» del rabillo puesta) en una sartén con aceite y los hacemos. La verdad es que el punto que le podéis dar a los pimientos es al gusto. Os lo digo porque a mi la verdad me encanta al dente y que no se haga demasiado la tortilla, pero podéis hacerlos de forma que se pochen un poquito más.
Por último, vamos a hacer una salsa para acompañarlos y nosotros hemos optado por hacer una fácil y de urgencia mezclando tan sólo salsa de tomate frito, con un poco de ketchup y algo de curry (id probando cantidades para darle vuestro gusto) y ya tenemos todo para emplatar.
Presentación:
En un plato (nosotros hemos escogido uno verde para destacar el blanco de los pimientos) ponemos un poquito de salsa que hemos hecho y encima ponemos los pimientos, con su tapaderita inclinada.
Para terminar, espolvoreamos un poquito de eneldo seco picado por encima y ya tenemos este rico plato para comenzar a degustarlo.
Os lo recomiendo por su simplicidad y su resultado. A disfrutarlo.
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