¡Os traigo un chupito! Sí, una pequeña dosis de gazpacho de albahaca y os preguntaréis ¿porqué un chupito? Como bien conoceréis el sabor de la albahaca es bastante intenso y debido a ello, creo que una dosis pequeña es mejor que un vaso entero de este líquido.

Puede resultar muy pesado e incluso «desagradable» si nos lo tomamos en una gran medida, por ello, un sólo chupito, refresca, te aporta el sabor pero sin resultarte cargante. Entre el primer plato y el segundo, puede ser un nexo muy interesante.

Ingredientes:

• 5 tomates pequeños.
• 10 – 12 hojas de albahaca.
• 1/2 ajo.
• 1 chupito de vinagre de vino.
• Sal.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Agua.

Elaboración:

La forma de realizar este chupito es muy fácil. Vamos a poner en un vaso batidor los tomates pelados y troceados, las hojas de albahaca, el vinagre (nosotros hemos dicho un chupito, pero esto es al gusto, la fuerza la elegís vosotros), el medio ajo, otro chupito de aceite de oliva y la sal.

Lo batimos todo muy muy bien con la batidora hasta que se nos quede una masa/pasta tirando a verdosa. Ahora, una vez que tenemos este resultado, añadimos un vaso y medio de agua fría (tanto con esta medida, como con la de vinagre y sal, podéis ponerlo en el punto que más os guste) y removemos bien.

Lo dejamos reposar en el frigorífico durante unos minutos para que el líquido coja el sabor de la mezcla y después, lo filtramos o lo colamos de forma que se nos quede un líquido limpio de todos los restos existentes.

Lo guardamos en el frigorífico y lo servimos en un chupito. Si queréis, para adornar y dar fuerza, podéis poner una hojita de albahaca en cada uno de los chupitos.