Hoy vamos a hacer un plato muy rico que, se puede hacer con muy poquita complicación, pero eso sí, con bastante dedicación y es que el rissotto se consigue a base de paciencia, no más.
Nosotros vamos a hacer uno en el que vamos a poner setas, trocitos de pollo y vamos a rematar con un queso que, al ser intenso, utilizaremos en una medida justa.
¿Qué hemos utilizado para hacer este plato?
Ingredientes:
- 200 – 225 g de arroz de grano corto – medio.
- 1/2 cebolla morada (puedes utilizar cebolleta o cebolla normal).
- 2 dientes de ajo.
- 1 hoja de laurel.
- 1 cucharada de tomate frito.
- Pimienta negra molida.
- 150 g de setas.
- 1 chorreón corto de vino blanco.
- Agua.
- Aceite de oliva virgen extra, mantequilla y sal.
Elaboración:
En primer lugar vamos a poner en una sartén (o paellera pequeña si tenéis), una cucharada de mantequilla y un chorreón muy corto de aceite de oliva.
Una vez que se derrita la mantequilla, ponemos la cebolla muy picadita y el ajo igualmente picadito. Mareamos para que se nos dore junto a la hoja de laurel y seguidamente, añadimos el pollo troceadito pequeño para que se nos selle por todos los lados y ponemos las setas (cortadas al tamaño que más os guste).
Echamos un poco de pimienta negra molida y un chorreón de vino blanco, moviendo y dejando que se nos evapore el alcohol. Una vez evaporado, ponemos una cucharada de tomate frito y removemos para que se nos integre con los demás elementos.
En este punto será cuando añadamos el arroz y tengamos que armarnos de paciencia para ir moviendo constantemente y añadir agua en muy pequeñas cantidades para, ir desprendiendo todo el almidón del arroz y hacer así que nos quede meloso, como debe ser un rissotto.
Ahora, como bien os he dicho es cuando debemos ir añadiendo agua de poquitos en poquitos, ir moviendo y no añadir más agua hasta que se nos haya consumido la anterior. Así debemos operar hasta que consigamos el punto de suavidad y melosidad que queramos que nuestro rissotto tenga.
Por último, cuando quede poco para que el rissotto esté para servir, añadimos un cuarto de quesito de cabra en aceite de los Balanchares. Hemos optado por un cuarto de quesito, solamente porque se trata de un queso intenso y que puede hacer que el sabor del plato sea demasiado importante y, sólo queremos aportar un matiz a este queso, sin que nos reste importancia a los demás integrantes del plato.
Como podéis ver no se trata de un plato complicado, aunque os mentiría si no os digo que es algo laborioso. Sea como fuere, merece la pena si se obtiene este magnífico resultado.
Pingback: Rissotto de setas, pollo y queso de cabra los Balanchares — molletes y hambre y micerveza | yofumoenpipa·